Pose n.º 8
En el patinaje artístico, la coordinación perfecta y la confianza son esenciales, pero a veces se producen pequeños errores que arruinan una acrobacia. Aquí, la patinadora aún se equilibra con elegancia sobre los hombros de su compañero, pero sus manos ya muestran inseguridad: un dedo demasiado lejos, una distribución de la presión que anuncia la caída.
Una foto que captura el instante en que la perfección se desmorona en el caos. Mientras ella aún vive en el resplandor de la pose, él ya ha anticipado el desplome. Un poco de tristeza, un poco de comedia: así es como el deporte demuestra que incluso los momentos más hermosos son solo fugaces. Esperemos que hayan aterrizado suavemente.
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