Que la vida no te derrote

En algún momento de la vida de todo el mundo llega un momento en el que parece que nada importa. Así es como uno podría verse si interiorizara físicamente ese estado: un homenaje vivo a la serenidad, pero también a la distancia irónica de la vida cotidiana.

¿Preocuparse por la imagen de uno? Sobrevalorado. Hasta que alguien capta un momento de tu completa desilusión. Al menos, aquí hay un brillo de advertencia: cuidado si alguien de repente parece una ilustración humana de clickbait.

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