Lo suficientemente acogedora
Si consideramos la palabra “acogedora” como una persona, entonces esta chica encaja perfectamente. Parece que acaba de terminar su ducha y ha ido corriendo al supermercado con una toalla en la cabeza. ¿Quizás había organizado una cena en su casa más tarde ese día? ¿O tal vez se mojó el pelo y no pudo quitarse la toalla porque el calor era su máxima prioridad? ¿Quizás también simplemente tenía antojo de salmón a la parrilla?
Probablemente nunca sabremos las razones exactas. Pero es admirable que esta chica no tuviera que preocuparse por lo que otras personas pudieran pensar de su apariencia.
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