Trazando la Línea

Dejar documentos importantes al alcance de los niños pequeños es una receta para el desastre, y es bastante evidente que encontrarán la manera de trastearlos. Este hombre realmente debería haber guardado su pasaporte en un lugar donde sus hijos no pudieran echarle mano.


El verdadero dolor de cabeza llegó cuando la familia estaba de vacaciones. El control fronterizo simplemente se negó a aceptar el pasaporte “mejorado” con el que los niños claramente se habían divertido. Lamentablemente, el hombre no tuvo más remedio que hacer un viaje a la embajada para solucionar el problema.

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