El teléfono de la casa de campo del abuelo: Sonando desde siempre
Mientras todos estamos pegados a los teléfonos inteligentes, la casa de campo de mi abuelo todavía tiene su teléfono original, de esos que tienes que girar la manivela y esperar que alguien esté en casa para contestar. Esta reliquia ha sobrevivido a tormentas, cortes de luz y, probablemente, a algunos animales de granja curiosos.
Tiene ese clásico dial giratorio, un auricular que ha escuchado más chismes que un grupo de chat, y un cable tan enredado que podría competir con cualquier desastre de auriculares. Claro, no tiene aplicaciones ni emojis, pero tiene encanto, historia y una línea directa a tiempos más simples. Marcar este teléfono es como rebobinar, y sinceramente, todavía funciona a la perfección.
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