Compañero de sueño


Cuando hay retrasos en los vuelos y el agotamiento es total, encontrar un lugar cómodo para dormir en el aeropuerto se convierte en la máxima prioridad. Los que viajan solos a menudo simplemente se echan una cabezadita en cualquier sitio, pero con una pareja la cosa se complica.

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Esta mujer no se lo pensó dos veces y usó a su novio como almohada viviente, estirándose sobre su regazo. El pobre no tuvo más remedio que seguirle el juego e incluso intentó apoyarse en ella para descansar un poco.

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