El librero y el tesoro perdido
Un anticuario de Londres compró un libro viejo por unos pocos euros en un mercadillo. Entre las páginas descubrió un mapa del tesoro dibujado a mano con indicaciones. Al principio pensó que era una broma, pero la curiosidad no le dejaba tranquilo.
Tras semanas de investigación, encontró en una finca de Cornualles un cofre de hojalata enterrado con monedas antiguas, joyas y un diario. El tesoro debía pertenecer a un contrabandista del siglo XVIII. El comerciante se convirtió en un héroe local de la noche a la mañana gracias a un simple hallazgo casual.
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