Audrey Hepburn, la personificación de la elegancia y la gracia, dejó un legado de belleza atemporal y labor humanitaria antes de su fallecimiento a los 63 años. Murió el 20 de enero de 1993, a causa de un cáncer de apéndice en su casa en Suiza.

Hepburn dijo una vez: “Lo más importante es disfrutar de la vida, ser feliz, es lo único que importa”, una filosofía que se refleja tanto en su carrera actoral como en su trabajo con UNICEF. Su compostura y bondad siguen siendo inolvidables.

Advertisements
Advertisements