Esta cosita viene con la medida de seguridad más adorable: un cartelito hecho a mano que dice educadamente: “Por favor, no tocar al bebé”. ¡Está claro que la monada del bebé es demasié pa’l body, y este recordatorio suave es imprescindible para mantener las manos curiosas a distancia! No se trata solo de proteger el encanto; también se trata de mantener a la criaturita sana y salva.

¡Al fin y al cabo, nunca se sabe por dónde han andado esas manos! El cartel es práctico y genial a la vez, transmitiendo un mensaje claro a los extraños bienintencionados que podrían tener la tentación de pellizcar una mejilla o despeinar un poco. Es una forma sencilla pero eficaz de proteger el espacio personal del bebé mientras se hacen las compras.

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