20. El caracol que arruinó el final de un maratón
Durante una carrera divertida en la costa de Francia, los organizadores instalaron un arco hinchable gigante en la meta. La llovizna nocturna atrajo a un solo caracol de jardín que comenzó a arrastrarse lentamente por la alfombrilla de cronometraje. Cuando el corredor principal irrumpió, resbaló con el inesperado molusco, derrapando espectacularmente por la línea mientras el caracol permanecía milagrosamente intacto.
Los paramédicos vendaron una rodilla raspada; los oficiales de la carrera publicaron la secuencia de fotos, coronando al caracol como el “marcapasos definitivo”. Ahora los corredores bromean diciendo que para superar el récord del año pasado primero deben “vencer a Gastón”, el diminuto corredor que se negó a ser aplastado por la ambición humana.