¡Vaya, Chuck!


En este momento inolvidable, el bebé Chuck hizo honor a su apodo: vomitó todo su almuerzo sobre la cabeza de su pobre papá. Completamente desprevenido, papá aguantó el golpe como un campeón, mientras mamá intentaba intervenir un segundo demasiado tarde. Lamentablemente, esta vez ningún reflejo pudo salvarlos del desorden.

En los días previos a internet, una foto como esta habría sido un secreto familiar, sacada a relucir para reír durante la adolescencia de Chuck. Pero gracias a las maravillas (y los horrores) de las redes sociales, este momento se hizo famoso en internet. Ahora, el mundo entero puede reírse con (y de) Chuck.

Advertisements
Advertisements