Sanando con la risa


Sus risas resonaban en el patio trasero como música, ligeras y sin esfuerzo. Para Jamie, era la primera vez en mucho tiempo que reía con tanta libertad. La alegría en la voz de Emily, la picardía en su sonrisa, todo lo anclaba en el momento presente.

Estas risitas, esta conexión juguetona, tenían poder. Jamie se dio cuenta de que estaban sanando no solo a Emily, sino también a él. El trauma, la tensión, aflojaron su agarre, aunque fuera solo un poco. Por primera vez desde su regreso, sintió el cálido toque de la esperanza volviendo a aparecer.

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