
Aunque los supermercados estadounidenses promueven las granjas locales, muchos aún importan productos como huevos de gallina de China. Estos huevos pueden parecer frescos, pero a menudo son tratados con cera de parafina o carbonato de calcio.
Estas sustancias ayudan a preservar los huevos, pero pueden representar riesgos para la salud si se consumen regularmente. Algunos tratamientos se han relacionado con posibles intoxicaciones y problemas de salud a largo plazo. Siempre verifica el país de origen impreso en el cartón de huevos para mantenerte seguro.