
El tofu suele ser elogiado como una proteína limpia y saludable, pero no todo el tofu es seguro. Algunos productores de tofu chinos utilizan formaldehído para prolongar su vida útil. Este químico, a menudo usado en líquidos para embalsamar, puede causar problemas respiratorios y cáncer.
El tofu puede parecer fresco y firme, pero los riesgos ocultos persisten. La exposición repetida a estos aditivos podría dañar los órganos internos. La débil aplicación de las leyes de seguridad alimentaria permite que estas prácticas continúen, y los consumidores pueden no notar la diferencia solo por la apariencia.