La vida siguió su curso


Como la mayoría de las amistades de la infancia, la suya pareció perderse en el tiempo. Matt y Laura construyeron nuevas vidas, hicieron nuevos amigos y se adaptaron a nuevas rutinas. La intensidad de su vínculo temprano comenzó a difuminarse, reemplazada por el crecimiento y todos los cambios que vinieron con ello.

Pasaron los años, siete para ser exactos, y parecía que el pasado había quedado atrás para siempre. Pero entonces, en un breve momento, Laura vio algo que le agitó el corazón. Una simple mirada fue suficiente para traer de vuelta su pasado compartido con sorprendente intensidad.

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