El silencio antes del impacto


Los siguientes diez minutos transcurrieron sin incidentes. Melissa observó cómo algunos clientes entraban y salían, curioseando por los estantes o charlando brevemente con el señor Harris. La tienda transmitía un aire de calma profesionalidad, sin señales de tensión ni urgencia. Nada en el ambiente sugería que algo anduviera mal, y Melissa había empezado a relajarse de nuevo, arrullada por el suave murmullo de la pequeña tienda.

Pero este silencio era engañoso, una máscara que ocultaba el caos que se acercaba sigilosamente hacia ella. Fuerzas invisibles se habían puesto en marcha entre bastidores. El señor Harris se movía por la tienda con una calma ensayada, pero sus ojos de vez en cuando se dirigían a la ventana, buscando algo, o a alguien. Melissa permanecía absorta en sus pensamientos, completamente ajena a que todo su día, y quizás incluso su comprensión del pasado, estaba a punto de desmoronarse.

Advertisements
Advertisements