Selina Kyle, alias Catwoman, es uno de los personajes más emblemáticos del universo de Batman: la felina escurridiza con el látigo, que oscila entre ladrona, antihéroe y romance oculto. En la pantalla, ha vivido un viaje a través de las décadas, desde Julie Newmar en los años 60 hasta Zoë Kravitz en The Batman (2022).

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Pero la mayor popularidad de culto la alcanzó gracias a la interpretación de Michelle Pfeiffer en Batman Returns (1992). El oscuro clásico de Tim Burton presentó a Catwoman como una modista hecha polvo que, tras una experiencia cercana a la muerte, muta en una ladrona vestida de cuero negro con un encanto letal. La actuación de Pfeiffer – con un maquillaje llamativo, diálogos ingeniosos y la legendaria escena en la que se “reconstruye a sí misma desde la muerte” – ancló al personaje para siempre en la cultura pop. Una mezcla de crueldad y misterio que tienta constantemente a Batman (Michael Keaton) a romper la moral.

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