¡Las nadadoras están flipando en colores! Quizás han avistado a un bicho gigante de las profundidades marinas, algo que dejaría al público boquiabierto fuera de la piscina. O tal vez les ha pillado por sorpresa la noticia de que tienen la competición ganada.

O a lo mejor acaban de caer en la cuenta de lo alucinante que es que el agua, ¡efectivamente!, esté mojada. Sea como sea, sus caras son un poema de pura sorpresa, lo que nos deja a todos preguntándonos: ¿qué narices está pasando aquí?

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