Nuez o Nada
Justo cuando el cacahuete salió volando, una ardilla decidida entró en acción con todo el dramatismo de una escena de acción a cámara lenta. Con los ojos bien abiertos, las patitas estiradas y el cuerpo tenso en la postura atlética perfecta, este acróbata peludo parecía listo para atrapar su premio en pleno vuelo. La expresión de su cara —parte concentración, parte pánico— hace que este momento fugaz se sienta como el clímax de un thriller de tamaño roedor.
Este es el tipo de fotografía que revela la energía oculta de la naturaleza. Capturada en una fracción de segundo, cuenta una historia completa: supervivencia, instinto y un toque de comicidad. Si la ardilla tuvo éxito o no es una incógnita, pero en ese instante, lo dio todo por un bocado. Momentos como este demuestran que la fotografía de vida silvestre no se trata solo de belleza, sino de sincronización, paciencia y un poco de suerte.