Las Calificaciones de 1926 de mi Bisabuelo: ¡Sobresaliente en Historia (Literalmente)!

Encontré lascalificaciones de 1926de mi bisabuelo, y digamos que las notas eran escritas a mano, la tinta estaba manchada y lacaligrafíaera una asignatura real. Resulta que era un crack en aritmética y geografía, pero no hablemos de su comportamiento (alguien era muy parlanchín en clase).

El papel está amarillento, las esquinas rizadas y huele a pura nostalgia, o quizás simplemente a papel de 99 años. De cualquier manera, es una encantadora mirada a la vida académica cuando el “aprendizaje a distancia” significaba soñar despierto junto a la estufa de carbón. Sin pegatinas, sin emojis, solo una evaluación a la antigua y la firma de un maestro estricto. ¿Sinceramente? Merece un marco y una estrella dorada.

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