El Desierto de Maine
Cuando la gente piensa en Maine, se imaginan pueblos costeros, densos bosques verdes y lagos serenos. Sin embargo, una de sus atracciones más inusuales es el Desierto de Maine, una extensión árida de arena glacial en Freeport. Si bien es ciertamente una rareza, este sitio de propiedad privada es más decepcionante que fascinante, ya que es esencialmente solo un parche de arena rodeado de pinos.
Más que un verdadero desierto, su existencia sirve como un recordatorio del error humano. Lo que una vez fue una zona fértil, las malas prácticas agrícolas despojaron a la tierra de vegetación, dejando tras de sí un paisaje erosionado que ahora se erige como una atracción turística mediocre nacida de errores del pasado.
Advertisements
Advertisements