18. El tejón que enterró un flamenco de jardín
Un jardinero suburbano en Inglaterra se enorgullecía de su impecable decoración, especialmente de su preciado flamenco de plástico rosa. Un amanecer, se despertó y encontró el adorno desaparecido, reemplazado por montones de tierra fresca. Las imágenes de seguridad revelaron a un tejón decidido arrastrando el flamenco y enterrándolo minuciosamente como si fuera un tesoro ilícito.
Los tejones suelen esconder comida, pero los expertos lo llaman “comentario conductual”. El propietario desenterró el flamenco dos días después, arañado pero triunfante. Desde entonces, lo ha montado en la parte superior de un poste fuera del alcance de las excavaciones; el tejón todavía da vueltas todas las noches, tramando la Fase Dos.
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