8. El pulpo que inundó un laboratorio de acuarios
En un centro de investigación en Nueva Zelanda, un pulpo llamado Inky logró una fuga audaz. Después de abrir la tapa de su tanque, se deslizó por el suelo, encontró una tubería de drenaje y regresó al océano. Pero no antes de dejar una sorpresa: redirigió una válvula de agua e inundó la mitad del laboratorio en el proceso.
Los investigadores lo describieron como “curioso y travieso”, pero seamos honestos, esto fue una fuga de libro de texto con una pizca de sabotaje. La venganza acuática de Inky fue noticia internacional. Algunos todavía afirman que anda por ahí tramando su próximo movimiento.
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