Celebra los errores con tarta

En una startup de robótica en Múnich, si cometes un gran error —realmente grande— eres responsable de traer tarta para todos. En lugar de ocultar los errores, la cultura de la empresa recompensa la transparencia y la rendición de cuentas con azúcar y risas.

Esta tradición de la “Tarta del Fracaso” ha convertido los desastres en momentos de aprendizaje, incluso de unión. Los ingenieros que estrellan prototipos en pruebas o los especialistas en marketing que echan a perder campañas a menudo terminan intercambiando consejos sobre el glaseado en lugar de culpas. Es una forma deliciosa de decir: “Todos cometemos errores, asúmelo, aprende y alimenta a tu equipo.”

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