PETRÓLEO SANGRIENTO
“Petróleo Sangriento”, una película aclamada por la crítica ambientada a finales del siglo XIX, es conocida por sus interpretaciones potentes y su atención meticulosa al detalle. Sin embargo, incluso esta obra maestra cinematográfica tiene su cuota de imprecisiones históricas. Un error notable involucra las suelas de las botas de Daniel Plainview, que presentan un patrón de gofre que no se inventó hasta el siglo XX. Este anacronismo, aunque menor, es un recordatorio de los desafíos que enfrentan los cineastas cuando intentan recrear con precisión períodos históricos.
Otro error de continuidad en “Petróleo Sangriento” ocurre durante una escena donde Eli Sunday bebe de un vaso. Después de que se levanta, la cantidad de vasos vacíos sobre la mesa cambia entre tomas. Estos errores, aunque no restan valor al impacto general de la película, son notables tras una inspección más cercana. A pesar de estos errores, “Petróleo Sangriento” sigue siendo una película poderosa y que invita a la reflexión que continúa resonando entre el público.