Un Encuentro Sorprendente
Una vez dentro de la sala de estar, Jamie se detuvo de golpe. De pie, justo frente a él, había un hombre alto, de hombros anchos y expresión seria. El hombre no se movió ni habló de inmediato, solo lo miró fijamente, como esperando ver la reacción de Jamie. La tensión en el aire fue inmediata y palpable.
Jamie se puso rígido instintivamente, su entrenamiento activándose mientras evaluaba al extraño. Algo en el hombre le resultaba familiar, pero Jamie no podía ubicarlo de inmediato. El extraño asintió respetuosamente, sin decir una palabra. El silencio entre ellos se hizo denso, un desafío silencioso flotando en el espacio entre dos hombres que pronto podrían entenderse, o no.
Advertisements
Advertisements