Enfrentando las Preguntas


Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la puerta volvió a abrirse con un crujido. El oficial Johnson, el que la había traído, regresó, pero esta vez no estaba solo. Un segundo oficial entró junto a él, con una actitud más formal. “Hola, Melissa”, dijo con un asentimiento. “Soy el oficial Davis. Veo que ya conoces a mi colega, el oficial Johnson”. Su voz era uniforme, pero contenía una tranquila autoridad.

Sin perder el tiempo, fue directo al grano. “Ahora, quiero que nos hables de ese anillo”. Melissa se enderezó, sorprendida por la rapidez con la que lo mencionaron. Su corazón latió más rápido, y pudo sentir una nueva ola de ansiedad acumulándose en su pecho. Así que esto realmente se trataba del anillo. Pero, ¿qué podría estar mal con él?

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