Comienza Una Dura Verdad
El oficial Davis intercambió una mirada con el oficial Johnson, luego se volvió hacia Melissa y exhaló lentamente. “Entendemos que esto es confuso, y le debemos una explicación”, dijo, esta vez con un tono notablemente más suave. “El anillo que trajo no es solo una joya ordinaria”. Su voz era mesurada, como si eligiera cada palabra con cuidado para evitar que entrara en pánico aún más.
Melissa se inclinó ligeramente, agarrando el borde de la mesa. Su corazón se aceleró mientras su mente se llenaba de preguntas. “¿Qué quiere decir?”, preguntó, su voz de repente baja y vacilante. Sus ojos se movieron entre los dos oficiales, buscando respuestas en sus rostros. La idea de que el anillo pudiera ser más que solo una reliquia de una relación se sentía surrealista, pero sus expresiones le decían que esto era mortalmente serio.
Advertisements
Advertisements