Exonerada de Toda Sospecha
El oficial Davis se inclinó hacia adelante, su tono se suavizó para tranquilizarla. “Sí, él nos contactó. Pero déjame ser perfectamente claro, Melissa, no creemos que tuvieras nada que ver con el robo”. Su mirada era firme. “Tu sorpresa, tu confusión… todo ha sido consistente con alguien que no tenía idea de lo que llevaba”. Melissa sintió un pequeño brote de alivio, aunque la situación todavía le parecía irreal.
Se detuvo para que sus palabras surtieran efecto antes de continuar. “Sin embargo”, dijo con más firmeza, “todavía necesitamos saber cómo este anillo terminó en tus manos. Rastrear su camino es crucial. Queremos atrapar a quien lo robó y posiblemente a otros involucrados”. Melissa asintió lentamente, la seriedad de la tarea por delante recayendo sobre sus hombros. Estaba más que dispuesta a ayudar si eso significaba descubrir la verdad.
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