Preparándose para la la Misión
En una pequeña habitación con poca luz en la estación, a Melissa le presentaron el equipo de vigilancia que usaría. Un técnico le colocó cuidadosamente un pequeño micrófono escondido dentro de su ropa y un auricular casi invisible. Cada movimiento tenía que parecer natural; no podía haber margen para errores una vez que entrara.
“Podrás oírnos, y nosotros monitorearemos todo lo que digas”, le aseguró el técnico. Melissa asintió, la seriedad de la situación haciendo que todo se sintiera real. El miedo se mezclaba con la adrenalina en su pecho, pero se mantuvo quieta y concentrada. El momento de la verdad se acercaba, y necesitaba estar lista.
Advertisements
Advertisements