Haciendo Contacto


Sus manos temblaron ligeramente al coger el teléfono. Escribir el mensaje se sintió como abrir una puerta que había cerrado firmemente. “Hola, ha pasado un tiempo. ¿Te apetece ponernos al día tomando algo?”, escribió, haciendo una pausa antes de pulsar enviar. Por un momento, su dedo se quedó suspendido sobre la pantalla, la indecisión arremolinándose en su interior.

Pero luego pulsó enviar, viendo cómo el mensaje desaparecía en el ciberespacio. La elección estaba hecha, y no había vuelta atrás. Lo que sucediera a continuación dependía de la respuesta de Steve. Melissa se quedó quieta, intentando calmar sus pensamientos, plenamente consciente de que este único mensaje podría cambiarlo todo.

Advertisements
Advertisements