No es un hogar para los reyes del confort
¡Miren a este señor regordete! Parece que está relajándose en su propia casa, con el torso desnudo y la barriga bien estirada. ¿Las manos? Colocadas despreocupadamente sobre la silla. ¡Sí, se siente muy a gusto! Pero, gente, recuerden: en público se requiere un poco más de decoro.
Así que, por favor, no se quiten todos las camisas a la vez ni ocupen todas las sillas. Mantengamos un orden adecuado. ¡Esto no es un paraíso privado de comodidad, sino un lugar público! Si no les gusta, pueden quedarse en casa y disfrutar de su comodidad en su propio sofá.
Advertisements
Advertisements