Hasta se olvidó de sus lesiones
Mientras su entrenador le pone hielo en las lesiones, el atleta herido no puede quitarle los ojos de encima a una mujer atractiva que está cerca. A pesar de que claramente está sufriendo y necesita concentrarse en recuperarse, su presencia parece distraerlo por completo. Su entrenador trabaja diligentemente en las lesiones, pero la distracción es innegable: la mente del atleta está claramente en otra parte.
Psicológicamente hablando, esta reacción no es inusual: la atracción puede atenuar temporalmente la percepción del dolor. Aún así, esperamos que se vuelva a centrar pronto en el tratamiento; después de todo, la atención médica adecuada cura las lesiones, no las distracciones. Un recordatorio divertido de que ni siquiera los atletas son inmunes al encanto.

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