Extraña familiaridad
Jake contempló la fotografía, incapaz de sacudirse la sensación de que los rostros le resultaban extrañamente familiares. La expresión amable de la mujer, la postura atenta del hombre, todo ello removió algo profundamente arraigado en su interior.
No podía ubicarlo, pero le conmovía emocionalmente, como un sueño inalcanzable. Cuanto más estudiaba sus rostros, más fuerte se hacía la sensación de reconocimiento.
No solo era inquietante, era como estar al borde de una revelación que se negaba a manifestarse.
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