Tomados de la Mano
En el sueño, una mujer le sostenía la mano con fuerza, guiándolo a través de la maleza. Su agarre era fuerte y tranquilizador, protector de una manera que calmaba su miedo.
Jake intentó mirarle la cara, pero siempre estaba oculta, envuelta en sombras o de espaldas. Quería preguntarle quién era —quería respuestas— pero no le salían las palabras.
Aun así, sentía un profundo vínculo con ella. Fuera quien fuera, estaban conectados.
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