Enfrentando a sus Padres
Esa noche, Jake se sentó con sus padres, con la carpeta en las manos. “¿Por qué no me lo dijeron?”, preguntó en voz baja.
Su madre lo miró, con los ojos llenos de lágrimas. “Éramos muy amigos de tus padres biológicos”, dijo ella.
“Cuando desaparecieron, nos quedamos desconsolados. Esperamos… pero nunca regresaron.” Su padre asintió solemnemente. El peso de la verdad flotaba pesadamente entre ellos.
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