Dejando el Orfanato
Todavía asimilando lo que había descubierto, Jake salió del orfanato, aferrándose a las pocas pertenencias que le quedaban de sus primeros días.
Cada paso hacia su coche se sentía más pesado que el anterior, con los brazos protectores alrededor del osito de peluche desgastado y la nota de su madre.
Al sentarse al volante, sus pensamientos bullían.
Esos objetos eran todo lo que le quedaba de una vida que le había sido arrebatada, y estaba decidido a recuperar todo lo que pudiera de esa historia.
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