La guerra de la vaca extraviada
En 1827, una vaca griega se adentró en territorio controlado por los otomanos y, supuestamente, fue disparada por los guardias fronterizos. Los lugareños exigieron justicia; al no obtenerla, aldeanos armados cruzaron la línea para recuperar el cuerpo de la vaca. Los otomanos respondieron, desatando una escaramuza regional.
El conflicto duró varias semanas, con quejas relacionadas con el ganado publicadas en los periódicos locales. Nadie recuerda el nombre de la vaca, pero su legado como mártir accidental perdura en el folclore regional. Nunca antes había sido tan literal ir a la guerra por una “muu-ve”.
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