Un viaje desesperado al hospital


Al darse cuenta de lo grave que se había vuelto la situación, Pradeep no dudó: llevó a Lilly corriendo al hospital, esperando que la ayuda llegara rápido. Sintió una punzada de culpa por no haber notado su dolor antes. Pero con dos recién nacidos en casa, su atención estaba dividida, y ahora temía las consecuencias de ese descuido.

Mientras conducían, la condición de Lilly empeoraba. Las lágrimas corrían por su rostro a medida que el dolor se volvía insoportable. A Pradeep le dolía el corazón al verla así, impotente para mejorar la situación. Cada minuto se sentía como una eternidad, y no podía quitarse el miedo de que se les estaba acabando el tiempo. ¿Qué dirían en el hospital?

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