La ‘selfie’ definitiva con un tiburón sale mal

Esta mujer con una camiseta de la bandera estadounidense sonríe como si acabara de ganar la lotería, abrazando casualmente a un enorme gran tiburón blanco como si fuera un oso de peluche gigante. Su alegría pura y desinhibida es contagiosa, mientras el tiburón mira a la cámara con la expresión sin vida de quien ha visto demasiado.
La comedia reside en el contraste: ella está viviendo su mejor momento, convencida de que las buenas vibraciones vencen a los dientes, mientras que el tiburón claramente lamenta cada decisión que lo llevó a este instante. Esta única foto captura perfectamente la cumbre de la confianza humana frente a la máquina de matar más eficiente de la naturaleza, convertida a regañadientes en un accesorio de Instagram.
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