Cara de “¡Devuélveme mi ropa!”


Esta es la cara de horror que puso este gato cuando se miró al espejo después de que el peluquero canino le diera un corte de pelo. Nunca, ni en un millón de años, se imaginó que terminaría el día viéndose así. Parece listo para pelear con el peluquero que le robó su dignidad y lo convirtió en esta extraña criatura de piel y una gran cabeza, sin pelo ni pelaje.
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Si le miras a los ojos, parece derrotado, deprimido y perturbado. Está sintiendo todas las emociones a la vez.
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