¿Conocéis esa cara que ponéis cuando intentáis disimular que os estáis babeando por el último trozo de pizza? Pues este tío es igual, pero en vez de pizza, está embobado mirando una pelota de ping pong. Sí, sí, es un campeón de tenis de mesa, poniéndose todo intenso por una bolita minúscula.

¿Habéis visto alguna vez un partido? Algunos jugadores ponen unas caras que son un poema e incluso sueltan una notita ‘digna de karaoke’ antes de sacar. Y aunque para nosotros, simples mortales, parece ciencia espacial, estos pros hacen que darle raquetazos a la bola parezca pan comido… o, ¡mejor dicho, chupado!

Advertisements
Advertisements