Cómo obtuvieron ayuda

A medida que la noticia se difundió, personas de todos los ámbitos se acercaron para echar una mano. Amigos, vecinos y completos desconocidos hacían fila para ofrecer apoyo, porque vamos, ¿siete bebés? Eso es la paternidad al siguiente nivel.

La generosidad fue abrumadora, en el mejor de los sentidos. Kraft donó un año entero de macarrones con queso (que, seamos sinceros, es básicamente un esencial para la crianza), las compañías de pañales aparecieron con cajas del material bueno, y los voluntarios se ofrecieron para ayudar con el cuidado de los bebés. Ah, ¿y mencionamos que a la familia le regalaron una casa de 5,000 pies cuadrados? Eso sí que es una mejora.

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