Pasando más tiempo bajo observación

Naturalmente, el hospital no tenía ninguna prisa en enviar a casa a una madre con siete recién nacidos. Los médicos vigilaron de cerca a Bobbi y a los bebés durante tres meses y diez días, asegurándose de que todos estuvieran lo suficientemente fuertes para el mundo exterior.

Cuando finalmente llegó el momento de que la familia regresara a casa, el frenesí mediático se reavivó. Reporteros y fotógrafos se alinearon para echar un vistazo a los famosos septillizos mientras los McCaughey salían del hospital. Sonrisas, vítores e incluso algunas lágrimas acompañaron el alegre viaje a casa.

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