Relax-a-Cizor

¿Para qué hacer ejercicio si una máquina puede electrocutar tus músculos para ponerlos en forma? Esa era la lógica detrás del Relax-a-Cizor, un artilugio de los años 50 con docenas de electrodos que te pegabas al cuerpo. Enviaba pulsos eléctricos para “estimular” tus músculos, supuestamente tonificándolos sin mover un dedo.

Desafortunadamente, la gente a menudo se quemaba, literalmente. El dispositivo fue finalmente prohibido después de causar problemas cardíacos, lesiones en la piel y desmayos. Pero por un breve momento, fue una promesa de alta tecnología para la forma física sin esfuerzo. Hoy en día, es una advertencia de hasta dónde llegará la gente para evitar un entrenamiento adecuado.

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