Los ruidos del exterior captan nuestra atención, ¡y la de nuestros gatos también! Este felino curioso ha puesto las orejas tiesas y se ha puesto en alerta máxima al escuchar un grito repentino. No está claro si alguien está en peligro o si el vecino simplemente está demasiado metido en una película de acción, pero este observador prudente no se arriesga.

Con los ojos como platos y las orejas atentas, este pequeño y ‘valiente’ guardián está listo para actuar en el momento, oscilando entre el heroísmo y una retirada estratégica, ¡o zafarse bajo la cama en un santiamén!

Advertisements
Advertisements