La mano tranquilizadora de la señora Thompson fue un alivio para Laura.
El Dr. Marcus Green revisó los signos vitales de Laura y tomó radiografías mientras se preparaba para ayudarla con el parto. Quería asegurarse de que todo saliera bien, pero notó la preocupación de la señora Thompson. “Sra. Thompson, sé que está preocupada, pero necesito su ayuda. Si usted está tranquila, eso ayudará a Laura a relajarse”. La señora Thompson asintió en señal de acuerdo y comenzó a acariciar suavemente a Laura.
Laura se relajó gradualmente. La simple tranquilidad de la señora Thompson fue esencial para enfrentar lo que venía.
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