Los romanos ingerían hojas de silfio como anticonceptivo primitivo

Los antiguos griegos y romanos valoraban una planta llamada silfio por sus supuestos poderes curativos y anticonceptivos. Las mujeres la consumían para evitar el embarazo, y también se usaba como remedio para varias dolencias. Se volvió tan popular que fue cosechada hasta su extinción.

Curiosamente, la semilla del silfio tenía forma de corazón, y algunos creen que inspiró el símbolo del corazón moderno. Una historia de origen romántico con un sorprendente giro botánico.

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