Las tuberías de agua estaban hechas de plomo tóxico

Los antiguos romanos fueron pioneros en lo que respecta a las tuberías de agua, pero su innovación tenía un defecto mortal: las tuberías estaban hechas de plomo. El agua potable de estas tuberías provocó un envenenamiento por plomo generalizado.

Los síntomas iban desde náuseas hasta infertilidad y muerte prematura, y sin embargo, las tuberías permanecieron en uso durante siglos. La comodidad triunfó sobre la salud: una antigua lección sobre compromisos peligrosos.

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