Cubrían a los sirvientes con miel para atraer moscas
Para mantener las moscas alejadas de los faraones egipcios, los sirvientes eran untados con miel y colocados cerca. La idea era que la capa pegajosa atrajera a los insectos lejos de la realeza y hacia las desafortunadas trampas para moscas humanas.
El método puede haber funcionado, pero tuvo un costo. Esos pobres sirvientes soportaron enjambres de insectos y una pegajosidad insoportable, todo para que su faraón pudiera sentarse en paz.
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